viernes, 4 de junio de 2010

CARTA A MI HIJO ADOLESCENTE - 2



Querido hijo:
Continuando aquella carta iniciada hace unos días, hoy quiero contarte una historia desconocida…
Una historia que ha sido sistemáticamente ignorada y que ha relegado nuestra memoria colectiva, acostumbrada a celebrar héroes violentos y sanguinarios… acciones heroicas de la guerra… o próceres retocados al gusto de aquellos historiadores que, respondiendo a determinados intereses económicos y/o políticos, siempre mostraron una visión ajena a las luchas populares.
Una historia ausente de los textos escolares… de los discursos oficiales… de los medios masivos de comunicación…
En fin… una historia de la resistencia civil… aquella fomentada por los millones de seres anónimos que lucharon en defensa de los derechos del pueblo.
Recordando esa historia, que estimula la Memoria de la Dignidad, podremos dar… juntos… un paso cultural de vital importancia.
Es fundamental, entonces, rendir el justo homenaje que se merecen quienes, a menudo a costa de su vida, han escrito esta historia… y que no han recibido el mínimo elogio.
Y como nuestra Memoria colectiva, si no se refuerza, se degrada con el tiempo hasta desaparecer… espero que esta humilde carta acerque el granito de arena indispensable para recordarte algo que, tal vez, nunca te contaron.
A lo largo de la historia ha existido un ejército de desconocidos a quienes pretendieron enmudecer los vencedores que escribieron la historia... pero esos desconocidos nos mantienen despiertos con sus gritos… esos alaridos que, atravesando las épocas, se hacen presentes con sus conquistas…
… aquellas mismas conquistas que hoy disfrutamos como si se hubieran materializado como por arte de magia… y no como una construcción hecha sobre su sangre…
Es cierto que si miramos sus historias con el exitismo característico de esta época puedan parecerte una suerte de eternos perdedores… pero sus esfuerzos se multiplicaron en otros brazos… su oratoria en nuevas voces… sus ideales latiendo en jóvenes corazones… y su lucha prolongada en sucesivas e ininterrumpidas luchas…
Trabajadores luchando por la jornada de 8 horas… asesinados en Chicago o, en nuestro país, durante la Semana Trágica…
Obreras peleando por sus derechos laborales… quemadas vivas…
Trabajadores rurales exigiendo mejoras… fusilados en esta Patagonia Rebelde…
Estudiantes universitarios reclamando una Universidad más democrática… apaleados en la Noche de los Bastones Largos…
Masas populares ganando las calles contra las dictaduras… reprimidos, encarcelados y muertos durante los Cordobazo, Rosariazo, Choconazo, Viborazo, Cacerolazos…
Estudiantes secundarios solicitando el boleto estudiantil… desaparecidos por los Grupos de Tareas del Proceso Militar…
Militantes que pretendieron imponer una democracia que tuviera en cuenta las preferencias populares mediante el sufragio secreto y obligatorio… perseguidos y asesinados durante las revoluciones radicales donde fueron cubiertos con la mortaja de sus propias boinas blancas…
Peronistas opositores a la Dictadura gorila… asesinados en los basurales de José León Suárez…
Anarquistas, comunistas y socialistas impulsores de las leyes defensoras de los derechos laborales… desterrados, encarcelados o asesinados…
Resistencia de los Pueblos Originarios... masacrados y reducidos a la miseria y al hambre...
Toda un generación que pretendió instaurar una República más justa y de distribución equitativa a través de su utopía del Hombre Nuevo… torturada, arrojada al mar y desaparecida…
Todos perdedores?...
Solo si los vemos con la mezquina concepción de las batallas perdidas… porque la realidad marca que la bandera que una vez enarbolaron… si bien pretendieron arriarla o mancillarla con suciedad y sangre… fue izada innumerables veces hasta la victoria final…
Y así hoy podemos disfrutar de nuestro derecho a voto… nuestros logros laborales y estudiantiles… nuestras conquistas sociales… nuestra aceptación de las minorías…
Estas cosas tan nuestras que una vez fueron de ellos… aunque solo hayan sido patrimonio del mundo de sus ideales… sus utopías… sus sueños…
Ideales, utopías y sueños que hoy se concretaron en una realidad tangible y que por cotidiana… pareciera haber sido eterna…
Mucho es lo que falta por hacer… pero con su ejemplo, es nuestra obligación… y la de ustedes… seguir luchando por los que menos tienen…
“ El utopista enciende estrellas en el cielo de la dignidad humana, aunque navegue en un mar sin puertos”
“Es buscando lo imposible que el hombre siempre ha realizado lo posible. Aquellos que se han limitado a lo que les parecía posible… nunca han avanzado un solo paso. (M. Bakunin)

                                              Papá

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