Como perros de Pavlov anda salivando la gente sus reflejos condicionados…
Como corderos anda la gente que va a ser esquilada… quejándose en un berrido inútil, con gusto a rabia y resignación…
Como vacas inofensivas va rumiando la gente su desidia, junto a un futuro de matadero…
Y cuando les patean el trasero lamen las botas como cachorros dóciles…
Mientras tanto, las potencias bombardean sus explosivos y aniquilan pueblos enteros…
las empresas bombardean sus modelos económicos y comercian el hambre…
los medios de comunicación masiva bombardean sus mentiras y se convierten en amanuenses de las potencias y las empresas… con su constante lavado de cerebros...
Entonces, la policía se ajusta su collar de mastín y, por una mísera carroña, sale a morder a los que gritan
Y el ejército se coloca sus garras de fiera y sale a matar a los que luchan…
Y los funcionarios se visten con sus mejores galas y salen a dar discursos justificando el accionar del ejército que los defiende, la policía que los cuida, las potencias que los posicionaron y las empresas que los compran…
¿Cómo puede ser que este sistema siga funcionando así?... me pregunto a veces… Y no me animo a contestarme porque ya sé la respuesta…
Porque seguimos siendo cachorros dóciles… vacas inofensivas… corderos esquilados… y perros de Pavlov que sobrevivimos, tan solo, por el impulso de los modelos aprendidos sin cuestionar…
Como si anduviéramos por la vida empujados por el único motor de nuestros reflejos condicionados.
Carlos Fabián Tummino
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