sábado, 22 de mayo de 2010

BICENTENARIO

1810 – 25 de Mayo – 2010
Este 25 de Mayo se conmemora, no solo un feriado nacional más, sino la posibilidad de realizar un balance, sincero y sin falsos nacionalismos, de lo vivido en estos primeros y jóvenes 200 años de Historia argentina.
Y aunque hablar de una Nación Bicentenaria sería desconocer nuestros antecedentes misturados de pueblos originarios… sangrientos conquistadores… cruzadas evangelizadoras… sumisiones coloniales… invasiones inglesas… monopolios comerciales… contrabandos… sometimientos indígenas… esclavitudes negreras… sistemas de castas y mestizajes… no deberíamos pasar por alto una oportunidad como pocas, para analizar las antinomias y coincidencias que nos llevaron a convertirnos en el país que supimos conseguir desde la instauración de la Primera Junta de Gobierno.
Desde los albores del Estado Nacional estuvimos marcados por contradicciones que se extendieron hasta nuestros días, aunque modificasen su etiqueta: morenistas y saavedristas, porteños y provincianos, federales y unitarios, civilización y barbarie, autonomistas y nacionalistas, conservadores y liberales, peronistas y antiperonistas, revolucionarios y reaccionarios, golpistas y demócratas, justicialistas y radicales, kirchneristas y antiK… en fin, ópticas opuestas de ver un país… cerrado al debate y que ha desconocido todo proyecto de consenso e inclusión de opiniones diferentes… que ha pretendido ser el patrimonio de uno u otro sector en detrimento de la totalidad… que no ha podido comprender que una nación está conformada por todos… inclusive por aquellos cuyas ideas no compartimos…

Lo cierto es que la adolescente Nación se encuentra obligada a mirarse en el espejo de su historia si pretende comprender la propia época para proyectarse al futuro que merece… y se encuentra obligada a hacerlo sin tapujos, hipocresías ni latiguillos que nos han llevado desde creernos los mejores del mundo a pensarnos como un grupo de desencuentros que, subdesarrollados y sin esperanzas, estamos condenados a asumir un horizonte de pobrezas. Ninguna de esas posturas representa, como es de suponer, una verdad absoluta…
Por esta razón pensamos iniciar esta reseña, propia y para nada objetiva, de nuestra historia bicentenaria… para activar la memoria, disparar el debate y recuperar el recuerdo de aquellos que contribuyeron a la construcción, y a veces a la destrucción, de nuestra República Argentina…
Esperamos que sea de vuestro agrado… y que nos hagan llegar sus opiniones…
Tal vez, si con este ejercicio comenzamos a participar con las ideas… podamos dar un paso adelante, hacer de la participación un modo de vida que ya no dependa, nunca más, de los iluminados de turno… y nos permita ser artífices de nuestro futuro…
Como argentinos preocupados por los graves problemas que aún quedan por resolver, quizás podamos encontrar, entre todos, nuestra luz en medio de tantas luces y sombras ajenas…
Y así, detenernos a pensar en un futuro con una educación pública de excelencia y de alcance universal… una salud para todos… una seguridad basada en la igualdad de oportunidades y el imperio de la ley y no en la práctica del gatillo fácil o la pena de muerte… donde se establezca un debate sobre el país que heredarán nuestros hijos o aquel que se merecen nuestros ancianos… donde se aborde el problema de la violencia, la discapacidad, la exclusión, la ecología y se abra la discusión sobre el tipo de país que queremos… ¿agroexportador o industrial?... ¿estatista o privatizador?... ¿con una deuda externa real y pública… o fraudulenta y privada?
En fin… donde podamos sentarnos para unificar criterios, plantear diferencias y establecer coincidencias… pero siempre dentro de un marco de respeto mutuo y de consenso…
De ser así, esta adolescente… caprichosa y violenta… a la que todos conocemos por Argentina… podrá arribar a su madurez con todas las cualidades de una inteligente y hermosa mujer, que ya no necesite del maquillaje de historiadores cómplices del poder de turno… para mostrar su belleza…
... de nosotros depende

CONTINUARÁ…

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